Cuando un buque pierde el ancla y comienza a ir a la deriva, puede aumentar el riesgo de colisión con otros buques en las proximidades.
Sin el ancla para asegurar la embarcación en su lugar, ésta se vuelve vulnerable a ser empujada hacia zonas peligrosas o poco profundas, pudiendo causar daños significativos a la embarcación y suponiendo riesgos para las personas a bordo.
Un buque a la deriva que ha perdido su ancla puede colisionar con muelles, embarcaderos, amarres u otras infraestructuras marítimas.
El arrastre de las anclas puede causar daños a entornos marinos sensibles, como arrecifes de coral, praderas marinas u otros hábitats.
Los movimientos bruscos o la deriva inesperada de la embarcación pueden provocar caídas, peligros de enredo u otros accidentes, poniendo en peligro la seguridad y el bienestar de las personas a bordo.
Los buques a la deriva con anclas perdidas pueden interrumpir servicios vitales, como las telecomunicaciones, la conectividad a Internet o el suministro de energía, causando trastornos generalizados y consecuencias económicas.
Las anclas perdidas pueden enredarse con tuberías o infraestructuras submarinas, provocando fugas o vertidos de sustancias contaminantes, como petróleo o sustancias peligrosas.
ESTADÍSTICAS
Según un estudio de Skuld, proveedor de seguros marítimos, el porcentaje de siniestros directos relacionados con pérdidas de anclas ha ido en aumento. En 2020, Skuld informó que hubo 96 reclamaciones directas relacionadas con la pérdida y retirada de anclas, lo que representa el 5,2% de todas las reclamaciones durante el mismo período.
En los últimos años, especialmente de 2019 a 2020, se ha observado un aumento de más del 20% de las pérdidas/daños de anclas.
Desde octubre de 2020 se han producido varios incidentes en los que han fallado anclas o cables de anclaje de cruceros, a menudo mientras intentaban capear tormentas invernales.
La MAIB se ha mostrado preocupada por el número de incidentes marítimos notificados recientemente, en los que más del 38% han estado relacionados con fallos de los sistemas de anclaje de los cruceros.
3 marineros experimentados murieron en el interior del pañol de cadenas a bordo de un buque. Los dos primeros fueron arrollados mientras ataban una cadena del ancla para evitarlo.
Los fallos de las anclas de escalada provocan múltiples muertes al año.