En la imagen, se ve a una profesora caminando por el pasillo de un colegio, absorta en su teléfono, sin darse cuenta de que hay un derrame en el suelo delante. Este momento pone de relieve una cuestión de seguridad crucial: la importancia de mantenerse alerta y atento al entorno en los entornos escolares más concurridos. Las distracciones, como utilizar el teléfono mientras se camina, pueden impedir que las personas se percaten de peligros potenciales como derrames, superficies irregulares u obstáculos, lo que aumenta la probabilidad de accidentes.
Esta situación nos recuerda el valor de la conciencia situacional para mantener la seguridad en las escuelas. Los profesores, el personal y los alumnos deben dar prioridad a prestar atención a su entorno mientras se mueven por espacios compartidos. Unas políticas claras que fomenten el uso limitado de dispositivos mientras se camina, combinadas con recordatorios periódicos sobre la concienciación en materia de seguridad, pueden ayudar a reducir los accidentes. Al fomentar una cultura de vigilancia y atención, las escuelas pueden crear un entorno más seguro para todos.