Como profesional de la seguridad, las fichas de datos de seguridad (FDS) siempre han sido un amigo íntimo y profesional. Son científicas, claras, ayudan a tomar decisiones y proporcionan una claridad contextual vital en situaciones de emergencia. También me han resultado útiles para explicar mi trabajo a quienes no son profesionales de la seguridad.
Me vienen a la mente dos historias…
A un empleado de agricultura se le encargó poner cebos en trampas para roedores en el exterior de un edificio. El empleado, fumador, decidió fumarse un cigarrillo inmediatamente después de manipular el cebo envenenado. El empleado no llevaba en las manos el equipo de protección individual (EPP) prescrito, ni se lavó las manos después de manipular el cebo. El acto de fumar, combinado con los residuos nocivos del cebo, hizo que el empleado enfermara; las sustancias químicas venenosas del cebo entraron en su cuerpo a través del cigarrillo. Como profesional de la seguridad, tenía que proporcionar la FDS del cebo para roedores al médico de urgencias, para que supiera cómo tratar su exposición específica.
Un trabajador agrícola estaba vacunando a un animal cuando se pinchó inadvertidamente con la aguja de vacunación. La FDS indicaba claramente que la exposición requería una determinada medicación post exposición y la consulta con un cirujano de manos, si la aguja se clavaba en un dedo. Esa es la información que deben tener los profesionales médicos y los empleados.
La sección 4 de cualquier ficha de datos de seguridad describe el protocolo de tratamiento de las exposiciones. La sección 7 ofrece orientación sobre prácticas de manipulación seguras. La sección 8 trata de las medidas de EPP.