La falta de coordinación entre el capitán y el práctico provocó el contacto con el muelle.
La mala comunicación ha sido uno de los principales factores que han contribuido a numerosos siniestros marítimos, desde encallamientos y colisiones hasta pérdidas de buques enteros y, lo que es peor, víctimas mortales.
Caso nº 1: La falta de coordinación entre el capitán y el práctico provocó el contacto con el muelle.
El crucero de 329 metros de eslora iba a atracar en el muelle cuando su proa de babor entró en contacto con dos de los delfines de amarre del muelle. Ninguna de las 6.023 personas que viajaban a bordo resultó herida, pero los daños a los delfines de amarre y a las pasarelas de conexión se estimaron en 3,5 millones de dólares, y los del buque en 200.000 dólares.
El informe oficial de la investigación señaló como causa clave del accidente la falta de comunicación y coordinación entre el capitán y el práctico, que dio lugar a una maniobra de atraque mal ejecutada. El capitán y el piloto coordinaron la maniobra de atraque, pero se identificaron las siguientes deficiencias comunicativas:
- Aunque discutieron el uso de remolcadores, no discutieron cómo se controlarían los remolcadores ni quién los controlaría.
- Sólo se oyó al capitán dar una orden verbal relativa a los remolcadores.
- Muchas de las órdenes del piloto a los remolcadores y las respuestas de los capitanes de los remolcadores estaban en español.
- El capitán también utilizó gestos en lugar de órdenes verbales.