QUÉ ESTÁ EN RIESGO
Aunque la seguridad general de una obra de construcción es responsabilidad última del contratista general, que mantiene el plan de seguridad de la obra y comunica su información a todos los subcontratistas de la obra, cada trabajador de la obra es responsable de la seguridad. Es responsabilidad de cada trabajador conocer y seguir el plan de seguridad de la obra, practicar un buen orden y limpieza, seguir las prácticas de trabajo recomendadas y notificar y/o corregir rápidamente los peligros en la obra.
CUÁL ES EL PELIGRO
TIPOS DE RIESGOS DERIVADOS DE UNA MALA LIMPIEZA EN LA CONSTRUCCIÓN
- Riesgos de resbalones, tropiezos y caídas – Uno de los tipos más comunes de riesgos creados por una limpieza deficiente son los riesgos de resbalones, tropiezos y caídas. Cuando los objetos, materiales, herramientas y equipos no están almacenados adecuadamente, los trabajadores pueden tropezar con ellos. Se crean condiciones resbaladizas cuando se deja agua, humedad, aceites, grasa, etc. en el suelo de las zonas de trabajo. El riesgo de caídas se crea cuando los empleados tienen que pararse sobre superficies improvisadas para alcanzar objetos almacenados a niveles más altos. También se producen caídas cuando los cambios de elevación no están debidamente señalizados o señalizados con barricadas en las áreas de trabajo.
- Riesgos de torceduras y esguinces – Las lesiones por torceduras y esguinces pueden ser consecuencia de resbalones, tropiezos y caídas. También pueden producirse cuando los objetos pesados no se guardan correctamente. Con demasiada frecuencia hay que mover objetos cuando la limpieza de una zona de trabajo es deficiente, sólo para quitarlos de en medio. Debido al levantamiento innecesario, pueden producirse torceduras y esguinces.
- Riesgos de laceración – Cuando se trabaja en una obra, hay muchos objetos afilados que pueden cortar la mano o el cuerpo. Cuando los objetos no se almacenan adecuadamente, se crea un enorme riesgo de lesiones por laceración. Las herramientas afiladas, el metal dentado, el material con bordes afilados, etc. pueden cortar fácilmente un guante o la ropa y lesionar a un trabajador.
COMO PROTEGERSE
PROTOCOLO DE PREVENCIÓN DE RESBALONES, TROPIEZOS Y CAÍDAS EN OBRAS DE CONSTRUCCIÓN
- Si tiene un accidente o un casi accidente, asegúrese de comunicarlo rápidamente.
- Si ve un derrame, límpielo o haga lo necesario para que lo limpien.
- Si ve objetos con los que alguien podría tropezar, retírelos o haga lo necesario para que los retiren o para que la situación sea segura.
- Si le dan un EPP, póngaselo y cuídelo.
- Informe a su empleador de cualquier situación laboral que considere peligrosa, o si observa que algo va mal en sus medidas de salud y seguridad.
BUENAS PRÁCTICAS DE SEGURIDAD EN LAS OBRAS
- Designe una zona para la basura y los residuos. Cree una zona para depositar los residuos. Puede tratarse de un contenedor de basura o de otro tipo, dependiendo de la cantidad de residuos. Una buena práctica consiste en separar los tipos de residuos para su reutilización, reciclado o depósito en vertederos.
- Apile y almacene los materiales de forma segura. Los materiales mal apilados pueden bloquear las vías de acceso o volcarse causando lesiones por aplastamiento o daños materiales.
- Mantenga un área de trabajo segura. Revise su zona de trabajo a intervalos regulares a lo largo del día y limpie a medida que avanza. Si empiezan a acumularse peligros de tropiezos y desorden, resuélvalo cuanto antes.
- Mantenga despejadas las vías de acceso. Una zona de trabajo segura incluye el acceso y la salida. Se trata de cómo se llega al lugar de trabajo y cómo se sale de él. No deje materiales, herramientas, bancos, etc. en pasarelas o pasillos donde puedan impedir la salida de alguien o suponer un peligro de tropiezo.
- Evite la caída de objetos. Protecciones como rodapiés, barandillas o redes pueden ayudar a evitar que caigan objetos y golpeen a trabajadores o equipos. Otros consejos incluyen apilar cajas y materiales en línea recta hacia arriba y hacia abajo para evitar que se caigan. Coloque los objetos pesados en estantes más bajos y mantenga los equipos alejados de los bordes de escritorios y mesas.
- Mantenimiento. El mantenimiento implica mantener los edificios, el equipo y la maquinaria en condiciones seguras, eficientes y en buen estado.
- Instalaciones para los empleados. Las instalaciones para los empleados deben ser adecuadas, estar limpias y bien mantenidas. Los aseos deben limpiarse una o más veces por turno. También deben tener un buen suministro de jabón, toallas y desinfectantes.
- Guarde las herramientas cuando termine. Cuando haya terminado de utilizar las herramientas o el equipo, guárdelos. Es fácil dejar objetos por ahí, pero si no va a volver a necesitarlos en un futuro próximo, guárdelos.
- De el ejemplo – Despeje el desorden. Si ve algo tirado por el suelo, las escaleras o los pasillos que pueda hacer que la gente tropiece y se caiga, recójalo y póngalo en un lugar seguro; no espere a que otra persona lo mueva, podría ser la siguiente persona la que se hiciera daño. Mantenga los pasillos, escaleras, salidas de emergencia, cuadros eléctricos y puertas libres de desorden, y purgue las zonas desordenadas.
- Si está roto, arréglelo. Arréglelo o deshágase de él. Una buena limpieza también consiste en mantener las cosas en buen estado de funcionamiento en el lugar de trabajo. Las herramientas o equipos dañados deben dejarse fuera de uso para que puedan repararse o sustituirse.
- No deje que los cables le hagan tropezar. Los cables que salen de los equipos suelen ser un peligro de tropiezo, sobre todo cuando se utilizan equipos portátiles. Coloque los cables de forma que no supongan un peligro de tropiezo para usted ni para los demás.
- Evite los riesgos de incendio. Limpiar y retirar los residuos es también una buena forma de evitar incendios en el lugar de trabajo. El fuego necesita combustible, así que no permita que los materiales de desecho se almacenen cerca de fuentes de ignición. Si toda la basura se recoge con regularidad y se deposita en el contenedor, en caso de incendio, el peligro queda confinado y es más fácil de atajar.
- Conciencie a los demás. Consiga que todo el mundo practique las mismas buenas rutinas de limpieza y estará en camino de conseguir un lugar ordenado y seguro para todos.
- Determine la frecuencia. La cantidad de residuos o contaminantes que libera el lugar de trabajo puede ayudar a determinar la frecuencia de las tareas de limpieza. Una empresa debe tener una mezcla de limpieza profunda y una limpieza más frecuente y ligera que implique barrer y responder a los derrames.
- Establezca normas por escrito. Los protocolos escritos pueden especificar qué limpiadores, herramientas y métodos deben utilizarse, ya que así quedan formalizados y definidos.
- Pensar a largo plazo. El mantenimiento de las instalaciones debe ser algo más que una iniciativa puntual: debe continuar a través de la supervisión y la auditoría. Lleve registros, mantenga un programa de inspecciones periódicas, informe de los peligros y capacite a los empleados para que contribuyan a mantener las tareas de limpieza. Establezca objetivos y expectativas, y base las auditorías en esos objetivos.
CONCLUSIÓN
Una buena limpieza no sólo mejora la seguridad, sino que hace que el trabajo sea más productivo. Porque cuando una obra está organizada y ordenada y todo el mundo sabe dónde está cada cosa, pasan menos tiempo buscando cosas y más tiempo trabajando.