¿QUE ESTÁ EN RIESGO?
Las bromas son un juego rudo, bromas prácticas y otro humor físico que puede poner en peligro a los trabajadores. Las bromas en el trabajo también está relacionado con el comportamiento de intimidación. En esos casos, las bromas son en realidad un acoso dirigido a los nuevos trabajadores o a otros que, en opinión de alguien, no encajan en la tripulación.
¿CUÁL ES EL PELIGRO?
La ira explosiva de una víctima es un peligro que surge de los juegos de azar. Incluso si una cierta broma no causa daños físicos, podría traer una peligrosa represalia. Las “bromas” en el lugar de trabajo han resultado en bromistas fatalmente apuñalados. Y hasta el juego de bromas más ligero puede distraer a los trabajadores por un segundo y costarle a alguien una lesión grave. Todos los años se lesiona gente durante las bromas. “Lo siento” no puede devolver un dedo, un ojo o una vida.
EJEMPLOS
El vandalismo está estrechamente vinculado a las bromas como la destrucción de la propiedad por una broma o por razones más maliciosas. Considere la fatalidad de tráfico en la que tres personas inocentes murieron cuando el vehículo en el que viajaban se estrelló contra un camión de transporte. ¿Por qué? Los bromistas habían derribado deliberadamente una señal de stop en una intersección rural. Quienquiera que lo hizo probablemente pensó que estaba siendo bastante gracioso en ese momento.
COMO PROTEGERSE
Piense en la víctima
Sea consciente de cómo las bromas prácticas afectan a la víctima, poniéndola en peligro, asustándola y menospreciándola. Trate a los demás como le gustaría que le trataran a usted.
No juegue
Si alguien le gasta una broma o le invita a hacer bromas, dígale que es peligroso y que no encaja en el lugar de trabajo. Recuerde que cualquier herramienta del lugar de trabajo puede ser un arma letal si se usa mal, incluso en la diversión. No se involucre en este tipo de actividad.
Desalentarlo
Desalienta a sus compañeros de trabajo para que no se “comporten de esa forma” en el trabajo.
Entrene temprano
Ayudar a influenciar y entrenar a los nuevos y jóvenes trabajadores para evitar el bufoneo y atenerse a las reglas. Adviértales que puede haber momentos en los que la atmósfera del trabajo parece exigir un poco de “alivio”, pero el coste de seguir esa tentación puede convertirse rápidamente en algo desgarradoramente pesado.
No hay público
Ignorar las bromas es a veces una forma inteligente de desalentarlas.
Repórtelo.
Sin embargo, la mejor manera de detener las bromas es denunciar a cualquier trabajador que se niegue a escuchar razones sobre las bromas y las payasadas. Puede costarle un trabajo a esa persona, pero podría salvar una vida.
CONCLUSIÓN
No importa cuál sea el motivo de las bromas: aburrimiento, humor o crueldad deliberada. El resultado es el mismo: las bromas duelen.