Las operaciones de acuicultura pueden entrañar diversos peligros que supongan riesgos para los organismos acuáticos, los trabajadores y el medio ambiente circundante.
Las instalaciones acuícolas pueden ser susceptibles a enfermedades infecciosas que pueden propagarse rápidamente entre los organismos cultivados. Los patógenos, parásitos y bacterias pueden entrar en el sistema a través de agua contaminada, ganado infectado o medidas de bioseguridad inadecuadas.
La mala calidad del agua puede tener efectos perjudiciales en los sistemas de acuicultura. Factores como los bajos niveles de oxígeno, las altas concentraciones de amoníaco o nitrato, las fluctuaciones de temperatura y el exceso de materia orgánica pueden estresar o dañar a los organismos cultivados.
El uso de productos químicos, incluidos antibióticos, desinfectantes y pesticidas, en la acuicultura puede provocar la contaminación del agua y la acumulación de residuos en los organismos acuáticos.
En las instalaciones acuícolas pueden producirse escapes, en los que las especies cultivadas se liberan involuntariamente en la naturaleza. Estos escapes pueden conducir a la contaminación genética de las poblaciones silvestres o al establecimiento de especies no autóctonas, causando potencialmente desequilibrios ecológicos.
Los trabajadores de la acuicultura se enfrentan a diversos riesgos laborales, como resbalones y caídas en superficies resbaladizas, lesiones relacionadas con la maquinaria, exposición a sustancias peligrosas y lesiones por manipulación manual.
El mal funcionamiento o el mantenimiento inadecuado de equipos e infraestructuras, como bombas, aireadores, redes y jaulas, puede provocar accidentes, lesiones o pérdidas de producción.
ESTADÍSTICAS
Una media de 6.627 trabajadores empleados en la industria de la acuicultura. Estos trabajadores sufren lesiones mortales a una tasa de 18,9 por cada 100.000.3 Además, las lesiones y enfermedades profesionales se producen en esta población de trabajadores a una tasa de 5.237 por cada 100.000. Esto supone aproximadamente el doble de la tasa de lesiones/enfermedades entre todos los trabajadores estadounidenses. Esto supone aproximadamente el doble de la tasa de lesiones/enfermedades entre todos los trabajadores estadounidenses.
Las categorías de mortalidad “mortalidad relacionada con los esguines”, “enfermedades infecciosas” y “manipulación y tratamiento” fueron responsables del 10%, 17% y 29% del número total de peces muertos, respectivamente.
En todo el mundo se crían más de 400 especies acuáticas: en el océano, a lo largo de la costa o en agua dulce en tierra firme. La mayor parte del pescado de piscifactoría, alrededor del 63% (51 millones de toneladas), procede de estanques o tanques de agua dulce donde se crían peces de aleta como la carpa y la tilapia. La acuicultura marina y costera, a veces denominada maricultura, representa el 37% restante (31 millones de tm) e incluye moluscos bivalvos (17,3 millones de tm, entre ellos ostras y mejillones), peces de aleta (7,3 millones de tm, sobre todo salmón) y crustáceos (5,7 millones de tm, principalmente camarones) (FAO, 2020).