QUÉ ESTÁ EN RIESGO
Trabajar en tejados ya es bastante arriesgado de por sí, pero los tragaluces y otras aberturas del tejado añaden un nuevo nivel de peligro. Estas aberturas pueden ser difíciles de detectar, sobre todo si está oscuro, hay deslumbramiento o están cubiertas de suciedad o nieve. Si das un paso en falso, puedes caerte por ellas y sufrir lesiones graves o algo peor.
CUÁL ES EL PELIGRO
Hablemos de los peligros específicos. En primer lugar, hay aberturas sin protección. Tragaluces, trampillas, salidas de humos… todos son agujeros en el tejado a la espera de que alguien caiga por ellos. Y no se trata sólo de agujeros abiertos; muchos tragaluces están hechos de materiales frágiles como plástico o fibra de vidrio. Estos materiales pueden volverse quebradizos y débiles con el sol y la intemperie, así que aunque un tragaluz parezca sólido, sobre todo los más antiguos, es posible que no aguante tu peso. Algunos tragaluces están diseñados para romperse bajo cierta presión, lo cual es un elemento de seguridad en algunas situaciones, pero un peligro durante el mantenimiento o la reparación.
Otro problema es la visibilidad. Los tragaluces pueden estar cubiertos de suciedad, escombros o nieve, o pueden ser difíciles de ver debido a las sombras o el resplandor, especialmente en días soleados. Esto hace que sea fácil tropezar con ellos o pisarlos accidentalmente, pensando que se trata de un tejado sólido. Esto es especialmente peligroso cuando se transportan herramientas o materiales, ya que el equilibrio puede verse comprometido. Ten en cuenta también la superficie circundante del tejado: si está húmeda o helada, el riesgo de resbalar y caer en una abertura aumenta considerablemente.
COMO PROTEGERSE
Mantenerse seguro en torno a los tragaluces y las aberturas del tejado consiste en utilizar una combinación de métodos. No basta con confiar en una sola cosa; hay que tener varias capas de protección.
Controles Técnicos: La Mejor Protección:
Son la mejor protección porque impiden físicamente las caídas. Son soluciones integradas que no dependen de que la gente se acuerde de hacer algo.
- Barandillas: Colocar barandillas alrededor de los tragaluces y las aberturas del tejado es la solución ideal. Crean una barrera física que impide las caídas. Estas barandillas deben cumplir normas de seguridad específicas en cuanto a altura y resistencia, así que asegúrate de que están bien instaladas.
- Cubiertas: Si no es posible instalar barandillas -quizá porque entorpecerían las operaciones habituales-, lo mejor son las cubiertas resistentes. Estas cubiertas deben ser lo suficientemente fuertes como para soportar tu peso y el de cualquier equipo que estés utilizando. También deben estar claramente marcadas con señales de advertencia o colores brillantes para que todo el mundo sepa que están ahí.
Controles Administrativos: Normas y Procedimientos:
Se trata de las normas y procedimientos que contribuyen a tu seguridad. Son importantes, pero dependen de que la gente los siga sistemáticamente.
- Líneas de Advertencia y Monitores de Seguridad: Si no puedes utilizar barandillas o cubiertas, puedes usar líneas de advertencia para delimitar una zona de trabajo segura alrededor de la abertura. Estas líneas deben estar al menos a dos metros del borde. También podrías necesitar un monitor de seguridad, alguien cuyo trabajo sea vigilar los riesgos de caída y advertir a los trabajadores si se acercan demasiado a la abertura.
- Prácticas Laborales Seguras: El sentido común es clave en este caso. Nunca te sientes, te pongas de pie ni camines sobre un tragaluz o su cubierta a menos que esté específicamente diseñado para soportar peso. Asegúrate de que todos los tragaluces y aberturas del tejado estén claramente marcadas y visibles. Mantén el tejado limpio y libre de escombros, para poder ver por dónde caminas. Además, programa el trabajo en horarios con buena iluminación para mayor seguridad.
Equipo de Protección Individual (PPE): Tu última línea de defensa
Esta es tu medida de respaldo. El EPP es importante, pero no debe ser tu única protección. Si trabajas cerca de un tragaluz sin protección y no puedes utilizar barandillas o cubiertas, debes llevar equipo de protección contra caídas. Esto incluye un arnés de cuerpo entero, una cuerda de seguridad y un punto de anclaje seguro. Además, es absolutamente necesario que recibas capacitación sobre cómo usar este equipo correctamente. No des por sentado que sabes usarlo; una formación adecuada es esencial.
Mantener las Protecciones en Buen Estado: Inspecciones y mantenimiento periódicos
No basta con instalar protecciones; debes asegurarte de que sigan funcionando correctamente. Realiza inspecciones periódicas para revisar barandillas, cubiertas y todo el equipo de protección contra caídas. Busca signos de daño o desgaste. Si notas algo fuera de lugar, como una cubierta de tragaluz dañada o una barandilla suelta, arréglalo de inmediato. No esperes a que alguien resulte herido. Además, mantén los tragaluces limpios para que sean fácilmente visibles y evitar accidentes.
CONCLUSIÓN
Los tragaluces y las aberturas de los tejados presentan graves riesgos de caída si no se gestionan adecuadamente. Una combinación de controles técnicos, controles administrativos y equipos de protección individual puede reducir significativamente el riesgo de accidentes. Dar prioridad a la seguridad en torno a los tragaluces y aberturas de tejado es una necesidad para protegernos a nosotros mismos y a nuestros compañeros.