Cada año, miles de estadounidenses son víctimas de la violencia laboral. Los homicidios y las lesiones intencionadas no mortales afectan a empresas de todos los sectores industriales y a sus empleados. La violencia laboral no sólo afecta a la economía del país, sino que pone en peligro la salud de familias enteras.
Una sólida formación de los empleados y los programas de prevención de la violencia pueden ayudar a minimizar la aparición de incidentes violentos en las instalaciones de las empresas estadounidenses. Las empresas se benefician al evitar trastornos y pérdidas de ingresos a corto plazo. A largo plazo, la formación en prevención de la violencia en el lugar de trabajo puede contribuir a crear una cultura empresarial más sólida y solidaria.
Cómo Afecta la Violencia Laboral a las Empresas Americanas
La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) considera violencia en el lugar de trabajo cualquier amenaza o acto de violencia física, intimidación, acoso o cualquier otro comportamiento amenazador y perturbador que se produzca en un lugar de trabajo. En este contexto, no importa si la amenaza se hace a través de un escritorio en una oficina, en una obra de construcción o en el suelo de una planta de producción.
En 2020, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) registró poco menos de 400 homicidios en lugares de trabajo estadounidenses. Casi uno de cada cuatro de esos homicidios se llevan a cabo contra empleados que trabajan en ventas y ocupaciones relacionadas o que atienden a clientes. El personal de las industrias de transporte y movimiento de materiales, los puestos directivos, la construcción y la producción también se encuentran entre los cinco principales grupos ocupacionales afectados.
Además de estos homicidios en el lugar de trabajo, el BLS contabilizó más de 37.000 lesiones no mortales a lo largo del año. Las llamadas ocupaciones de servicios representaron casi el 50% de esas lesiones. Estas ocupaciones incluyen una amplia gama de trabajos, como servicios sanitarios y de protección, pero también preparación y servicio de alimentos, limpieza y mantenimiento de terrenos y otros servicios.
Aparte del coste humano, la violencia laboral cuesta a las empresas estadounidenses entre 250.000 y 330.000 millones de dólares al año. Se trata de un grave problema tanto económico como social.
Tipos de Violencia Laboral
Para desarrollar soluciones eficaces a la violencia laboral, es importante comprender el problema a fondo.
Una forma de comprenderlo mejor es considerar los distintos tipos de violencia laboral. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) distinguen cuatro tipos de violencia en el trabajo:
- Violencia de tipo 1 con intención delictiva: este tipo de violencia suele producirse en conjunción con otro delito. Imagínese un atraco a un banco o a una tienda, o un atraco a un empleado que se dispone a abandonar las instalaciones de la empresa.
- Violencia de tipo 2 entre empleados y clientes: este tipo de violencia es relativamente frecuente en los entornos sanitarios. Según los CDC, los centros de urgencias y de tratamiento psiquiátrico son los más afectados.
- Violencia de tipo 3 entre trabajadores de un mismo lugar de trabajo: los desacuerdos son normales en los lugares de trabajo de todo el mundo. Sin embargo, cuando esos desacuerdos se convierten en violencia, se vuelven peligrosos para los empleadores y los empleados. Este tipo de violencia incluye los problemas entre supervisores y los miembros de su equipo, pero también la violencia entre compañeros. La intimidación forma parte de esta categoría, pero los casos extremos pueden conducir al homicidio en el lugar de trabajo.
- Violencia de tipo 4 derivada de las relaciones personales: La violencia de tipo 4 describe los casos en los que los problemas derivados de las relaciones de una persona fuera del trabajo se extienden a su vida profesional. Piensa en una pareja que sigue a una persona al trabajo y la amenaza allí.
Identificar las principales causas de la violencia en el lugar de trabajo dentro de un sector o de una empresa individual es el primer paso para resolver y prevenir los problemas recurrentes.
Cómo Pueden Ayudar los Programas de Prevención de la Violencia en el Lugar de Trabajo
Según la Sociedad de Gestión de Recursos Humanos (SHRM), uno de cada cuatro estadounidenses conoce al menos un incidente de violencia en su lugar de trabajo. Aunque puede que no hayan sido víctimas de la violencia laboral, estos trabajadores se han visto directamente afectados por ella.
Además, tres de cada diez empleados estadounidenses se sienten mal preparados para hacer frente a la violencia en el trabajo. Entre los profesionales de recursos humanos, la cifra es ligeramente inferior, algo menos del 20%. La mayoría de las organizaciones intentan evitar la contratación de miembros violentos del equipo seleccionando a los candidatos. Sin embargo, la selección previa a la contratación no siempre es suficiente.
Dotar a las personas de las habilidades y conocimientos necesarios para responder a un incidente violento en el trabajo puede contribuir en gran medida a cambiar la cultura del lugar de trabajo en Estados Unidos. Estas competencias pueden variar mucho de unos empleadores a otros. Por eso, los principales programas de formación en prevención de la violencia en el lugar de trabajo pueden adaptarse a cada organización.
Entre los módulos más comunes se incluyen la preparación ante un tirador activo, la gestión del acoso de los empleados, la protección del personal frente a robos a mano armada y la gestión de clientes iracundos. Además de formar a los empleados para manejar situaciones difíciles, la prevención de la violencia en el lugar de trabajo también incluye el establecimiento de una política de tolerancia cero hacia las amenazas y otras formas de violencia.
El objetivo de los programas de formación en seguridad y protección en el lugar de trabajo es que los empleados practiquen sus reacciones ante las amenazas, la intimidación y el acoso. Además, los participantes en la formación también aprenden a desactivar situaciones en el trabajo que podrían convertirse en incidentes peligrosos.
Prevención de la Violencia Laboral y OSHA
La OSHA proporciona a los empleadores una serie de directrices para minimizar y mitigar los riesgos de violencia en el lugar de trabajo. Entre los recursos proporcionados por la administración se encuentra la información relativa a los factores de riesgo, los programas de prevención propiamente dichos y los recursos de formación.
La identificación de los factores de riesgo permite a los empleadores aumentar la concienciación sobre la violencia laboral en general y los peligros potenciales específicos de la organización. Basándose en esos factores de riesgo, las empresas pueden empezar a desarrollar programas de prevención de la violencia específicos para la organización y sus requisitos concretos. La OSHA también proporciona recursos de formación en línea para que los empleadores puedan acceder a ellos y adaptarlos a sus empresas.
Las directrices de la OSHA no llegan a establecer normas específicas sobre la violencia en el lugar de trabajo. No obstante, la administración puede exigir responsabilidades a los empleadores en virtud de la Cláusula de Obligación General de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo de 1970. Esta cláusula establece que los empleadores tienen la obligación de proporcionar un lugar de trabajo “libre de riesgos identificados que causen o puedan causar la muerte o lesiones físicas graves”. Sus procedimientos de aplicación y programación de la exposición profesional a la violencia en el lugar de trabajo detallan las orientaciones políticas y los procedimientos para las inspecciones. No obstante, los empleadores deben elaborar y aplicar sus propias políticas preventivas y programas de formación en prevención de la violencia.
Conclusión
La violencia en el lugar de trabajo cuesta a las empresas estadounidenses miles de millones en valor económico, por no mencionar el coste humano de los empleados que se convierten en víctimas de agresiones, acoso e incluso homicidios en el lugar de trabajo. Los empleadores tienen el poder de implantar programas sólidos de formación de los empleados para la prevención de la violencia en el lugar de trabajo. Con la ayuda de esos programas, las empresas estadounidenses se convertirán en los lugares seguros que merecen los empleadores, los empleados, los clientes y otras partes implicadas.
Fuente: ROAR (roarforgood.com)