Un techador muere después de que una ráfaga de viento les derribara a él y a su compañero del tejado.
Alrededor de las 11 de la mañana de un ventoso día de otoño, un techador de 73 años y un compañero de trabajo llegaron a la obra de construcción de un edificio recién construido. Los dos techadores subieron a una escalera de extensión para acceder al tejado y determinar dónde iban a colocar los anclajes para atarse. Mientras revisaban la parte trasera de la estructura comercial, una ráfaga de viento de unos 33 m.p.h. hizo que los dos techadores perdieran el equilibrio y cayeran del tejado. El techador de 73 años aterrizó primero, y el segundo aterrizó encima de él. Ambos hombres cayeron 15 pies y 6 pulgadas y aterrizaron en una zona de césped en pendiente.
Para evitar que en el futuro se produzcan incidentes similares, se han formulado las siguientes recomendaciones:
Recomendación nº 1: Los empleadores no deben permitir que sus techadores accedan a las zonas de techado cuando haya viento, humedad o hielo para evitar caídas.
Recomendación nº 2: Un techador debe utilizar un sistema personal de protección contra caídas durante todas las fases de un trabajo de techado.
Recomendación No. 3: Los empleadores deben contar con un programa escrito de protección contra caídas.
Recomendación nº 4: Los empleadores deberían planificar completamente su sistema de protección anticaídas antes de utilizarlo.