Las corrientes de resaca son potentes y rápidos canales de agua que pueden arrastrar a los nadadores lejos de la orilla. La velocidad de la corriente puede variar desde varios metros por segundo hasta ser más rápida que la de un nadador olímpico.
Cuando se ven atrapados en una corriente de resaca, los nadadores pueden sentir un fuerte tirón y verse incapaces de avanzar hacia la orilla. Esto puede llevarlos al agotamiento mientras luchan contra la corriente. Puede cundir el pánico, agotando aún más su energía y perjudicando su juicio.
Las corrientes pueden arrastrar a los nadadores a varios cientos de metros de la orilla, lo que dificulta su regreso sano y salvo. Estar lejos de la orilla aumenta el riesgo de fatiga, desorientación e incapacidad de hacer señales para pedir ayuda.
Las corrientes pueden arrastrar a los bañistas a zonas con obstáculos sumergidos, como rocas, arrecifes de coral o espigones. Las colisiones con estos objetos pueden provocar lesiones, como cortes, contusiones o incluso fracturas.
Los nadadores que no sepan nadar correctamente o que no estén familiarizados con las condiciones del océano pueden ser especialmente vulnerables a los peligros de las corrientes de resaca. Las personas inexpertas pueden tener dificultades para sortear la corriente o entrar en pánico, lo que agrava los riesgos.
ESTADÍSTICAS
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), las corrientes de resaca son responsables de unas 100 muertes al año en Estados Unidos.
Las corrientes de resaca son una causa importante de ahogamientos en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que cada año se producen 320.000 muertes por ahogamiento, una parte importante de las cuales se atribuye a incidentes relacionados con corrientes de resaca.
Se cree que las corrientes de resaca son responsables de la mayoría de los rescates y muertes en playas de todo el mundo. Sólo en Canadá, se estima que el 80% de todos los ahogamientos y rescates están relacionados con las corrientes de resaca.
En Estados Unidos, las corrientes de resaca causan una media de 46 muertes al año, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS). Sin embargo, el número de incidentes no mortales relacionados con las corrientes de resaca es mucho mayor, y se cree que la incidencia real de las corrientes de resaca está infradeclarada.
Según la United States Lifesaving Association (USLA), se estima que las corrientes de resaca son responsables del 80% de los rescates realizados por los socorristas en las playas de surf de Estados Unidos.
El número de rescates por corrientes de resaca realizados por socorristas puede superar con creces el número de víctimas mortales. En EE.UU., los socorristas realizan decenas de miles de rescates por corrientes de resaca al año, lo que subraya la importancia de su presencia e intervención.