Los accidentes de amarre son una causa importante de lesiones y muertes en el sector de la náutica.
Las embarcaciones pequeñas incluyen varios tipos, como veleros, lanchas motoras, motos acuáticas y barcos de pesca.
La seguridad en el amarre implica asegurar una embarcación a un punto fijo, como un muelle, un embarcadero o una boya de amarre, para evitar la deriva, las colisiones y los daños.
El equipo de amarre común utilizado en embarcaciones pequeñas incluye cuerdas, cabos, cornamusas, bolardos, defensas y anclas.
Las prácticas de amarre inadecuadas pueden provocar daños en los hábitats marinos, contaminación y perturbación de ecosistemas sensibles.
Los fuertes vientos, las fuertes corrientes y el mar agitado pueden plantear desafíos y aumentar los riesgos asociados a las operaciones de amarre.
Una capacitación y educación adecuadas en materia de seguridad de amarre son vitales para los operadores de buques y los miembros de la tripulación.
La inspección y el mantenimiento periódicos de los equipos de amarre son esenciales para garantizar su integridad y fiabilidad.
El cumplimiento de la normativa local y la adhesión a las normas del sector son importantes para la seguridad del amarre.
La vigilancia continua, el conocimiento de la situación y la comunicación eficaz entre los miembros de la tripulación durante las operaciones de amarre son fundamentales para prevenir accidentes y mantener la seguridad.
ESTADÍSTICAS
Por el tipo de trabajos en que se produjeron los accidentes, el número de accidentes durante el amarre y fondeo fue de 31 (32,6%), estiba 23 (24,2%), trabajos en el interior de tanques y bodegas 13 (13,7%) y salas de máquinas 5 (5,3%), lo que demuestra que las categorías de trabajo de amarre, fondeo, estiba y trabajos en el interior de tanques.
A lo largo de los años se han producido muchos incidentes de este tipo con cabos de amarre, que han dejado personas con lesiones graves; de estos accidentes, el 14% han provocado víctimas mortales.
Las cuerdas y los cables causan el 95% de los incidentes con lesiones personales, y el 60% de estas lesiones se producen durante las operaciones de amarre.
Cuando un cabo de amarre que sujeta un buque atracado se rompe, la brusca liberación de energía puede hacer que el cabo azote el muelle y el buque a una velocidad de casi 800 km/h. La rotura del cabo es responsable del 53% de los accidentes de amarre, de los cuales 1 de cada 7 resulta mortal.