Se ha demostrado que los atentados terroristas afectan a la salud mental y física de las personas expuestas, incluidos síntomas de ansiedad y depresión, trastorno de estrés postraumático y dolores musculoesqueléticos y gastrointestinales. Estos problemas de salud pueden afectar a la capacidad laboral de los trabajadores y contribuir a las bajas por enfermedad.
El terrorismo es el uso de la fuerza o la violencia contra personas o bienes en violación de las leyes penales de Estados Unidos con fines de intimidación, coacción o rescate. Los terroristas suelen utilizar amenazas para:
Los actos de terrorismo incluyen amenazas de terrorismo; asesinatos; secuestros; atentados con explosivos y bombas; ciberataques (informáticos); y el uso de armas químicas, biológicas, nucleares y radiológicas.
Entre los objetivos de alto riesgo para los actos de terrorismo se encuentran las instalaciones gubernamentales militares y civiles, los aeropuertos internacionales, las grandes ciudades y los lugares emblemáticos de alto perfil. Los terroristas también pueden atentar contra grandes concentraciones públicas, suministros de agua y alimentos, servicios públicos y centros corporativos. Los terroristas pueden sembrar el terror enviando explosivos o agentes químicos y biológicos por correo.
Dentro del área inmediata a un acto terrorista, usted tendría que depender de la policía, las autoridades federales y otros funcionarios para recibir instrucciones.
ESTADÍSTICAS
Los años 2020 y 2021 fueron los de mayor número de atentados y complots terroristas. En 2021 se produjeron 73 atentados y complots terroristas en Estados Unidos. El número de víctimas mortales aumentó de 5 en 2020 a 30 en 2021. Este nivel fue aproximadamente comparable al de 2019, en el que hubo 35 víctimas mortales del terrorismo en Estados Unidos.
El reciente aumento de la actividad terrorista doméstica comenzó alrededor de 2014. De 2014 a 2021, ha habido una media de 31 víctimas mortales al año, lo que indica que las 30 muertes de 2021 fueron típicas de este periodo. Solo hubo tres años en los que murieron más de ocho personas en atentados terroristas en Estados Unidos.
De los 38 atentados y complots de supremacistas blancos y otros terroristas de ideas afines en 2021, en 16 se utilizaron armas de fuego, en 9 se emplearon explosivos e incendiarios, 4 fueron atentados cuerpo a cuerpo con armas como cuchillos o armas blancas, y 2 fueron atentados con vehículos.
De los 31 atentados y complots terroristas anarquistas, antifascistas y de ideas afines en 2021, 19 fueron atentados cuerpo a cuerpo con armas como cuchillos u objetos contundentes, 3 utilizaron principalmente explosivos o incendiarios, 2 utilizaron armas de fuego y 1 fue un atentado con vehículo. El gran número de atentados cuerpo a cuerpo fue una desviación de la tradicional utilización de explosivos e incendiarios por parte de individuos anarquistas, antifascistas y de ideas afines.