Causas comunes del mal funcionamiento de las duchas y lavaojos de emergencia
La instalación incorrecta o la falta de guardapolvos.
Falta de señalización adecuada en el equipo o falta de iluminación aceptable.
Proporcionar el equipo inadecuado para la aplicación.
Obstrucciones en el trayecto hacia la ducha y/o el lavaojos.
La colocación o el montaje incorrecto podría dar lugar a una respuesta de emergencia inadecuada.
Partes de una unidad, como la barra de tiro o la bandera de empuje, en un estado disfuncional, no utilizable.
Falta de control del flujo hacia el lavado de ojos u ocular/facial, incluyendo un flujo de agua errático, inconsistente o impredecible.
Si no hay suficiente presión o flujo de agua, el lavaojos, la lavacara y/o la ducha pueden considerarse inutilizables y no pueden proporcionar una capacidad de lavado adecuada a un usuario.
El lavaojos no es capaz de proporcionar líquido de lavado a ambos ojos simultáneamente.
Muchas veces, el cabezal de la ducha no está alineado con el ojo o el lavaojos y viceversa.
La razón más común de incumplimiento es la incapacidad del equipo para mantener los caudales requeridos cuando la ducha y el lavaojos/lavacara se activan al mismo tiempo.
ESTADÍSTICAS
La necesidad de dispositivos de lavado de ojos y duchas de emergencia es real. En 2010, 15.110 trabajadores estadounidenses se vieron afectados por la exposición a sustancias químicas, según la
Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS).
Investigaciones recientes han demostrado que, por término medio, hasta el 78% de las duchas de emergencia y los equipos lavaojos de las instalaciones típicas no funcionan correctamente y no cumplen las normas, pero, sobre todo, no son capaces de prestar los primeros auxilios adecuados.
Un estudio informó de que cuando se utiliza una estación de lavado de emergencia, las quemaduras profundas por ácidos se reducen del 63% al 12,5%. El número de días de hospitalización se reduce de 20,5 a 7,5.
El incumplimiento de las normas de seguridad de los lavaojos de emergencia es un problema grave en el lugar de trabajo actual. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), esta falta de cumplimiento contribuye a que cada día se produzcan 2.000 lesiones en los trabajadores estadounidenses. De hecho, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de EE. UU. informa de que las lesiones oculares provocan 37.000 días de trabajo perdidos y más de 300 millones de dólares al año en costes relacionados.