Bien, tiene su casco, guantes, gafas de seguridad y respirador; ahora está listo para el trabajo. Pero, ¿está realmente protegido de los peligros?
En lo que respecta al equipo de protección personal, deben cumplirse ciertas disposiciones para que éste realice una labor eficaz de protección de su portador contra lesiones o enfermedades. Ya sea que se trate de zapatos de seguridad o tapones para los oídos, debe ser el tipo adecuado. También debe ajustarse adecuadamente. Esto se aplica particularmente a la protección respiratoria. Recuerde, un respirador que no se ajusta y se usa correctamente es tan bueno como no tener ningún respirador.
Un programa de protección respiratoria debe comenzar por evaluar todas las tareas en el trabajo para determinar cuáles de ellas requieren algún nivel de protección.
Los respiradores aseguran que el usuario reciba suficiente oxígeno pero no inhale polvos nocivos, aerosoles, gases, vapores o productos químicos. Pero no son intercambiables. Una simple máscara antipolvo que se lleva sobre la nariz y la boca, junto con gafas de seguridad, puede proporcionar una protección adecuada para una lijadora, pero no sería apropiada para una persona que entra en una atmósfera tóxica.
Debe tener el tipo de respirador adecuado, certificado para su uso particular. Siga estos pasos:
Se necesita una evaluación médica para cada empleado que deba usar un respirador. Esto se hace mediante un examen físico y un cuestionario de salud. El propósito es identificar cualquier condición física que haga que el uso de un respirador sea incorrecto para un individuo.
Los exámenes médicos de seguimiento son necesarios si hay un cambio significativo en las condiciones del lugar de trabajo.
Los empleados deben someterse a pruebas de ajuste de cualquier pieza facial ajustada que se les requiera. Esto debe repetirse al menos una vez al año y siempre que haya un cambio en la condición física del empleado que pueda afectar el ajuste.
Los empleados deben saber cómo cuidar sus respiradores. Esto incluye la limpieza, la desinfección y el almacenamiento adecuado para proteger el respirador de los daños, la contaminación y los efectos adversos de la luz solar, el polvo, los productos químicos, la humedad o las temperaturas extremas.
Los empleados deben recibir una formación completa antes de que se les exija el uso de los respiradores. La capacitación debe ser continua según sea necesario, al menos anualmente. Estas sesiones deben incluir el uso, la limpieza y las limitaciones de la máscara y qué hacer en una situación de emergencia.
Estar entrenado y equipado apropiadamente para el uso del respirador es crítico para su salud y seguridad en el trabajo. Podría significar literalmente la diferencia entre la vida y la muerte en un ambiente peligroso.