HECHOS
- En algunos casos, el EPP es el único control para determinados riesgos. Los equipos de protección individual (EPP) son prendas y equipos que protegen diversas partes del cuerpo contra los peligros a los que se puede estar expuesto en el trabajo.
- Los daños pueden producirse en el cuerpo de varias maneras, como, por ejemplo, por problemas respiratorios, por ingestión accidental y por lo que se absorbe o inyecta en la piel. Un EPP adecuado puede proporcionar protección.
- Algunos peligros pueden controlarse eliminándolos en su origen mediante controles administrativos y de ingeniería, pero el equipo de protección personal (EPP) es una precaución de seguridad crucial que a menudo se utiliza en combinación con otros controles.
- Cuando los controles no pueden eliminar los peligros, los equipos de protección personal (EPP) pueden proporcionar una protección aceptable dentro de sus capacidades y limitaciones. Es importante recordar que el EPP no elimina los peligros; sólo minimiza la exposición.
- El EPP debe considerarse como la “última línea de defensa” para protegerse de los riesgos del lugar de trabajo.
ESTADÍSTICAS
- Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., sólo el 16% de los trabajadores que sufrieron lesiones en la cabeza llevaban cascos, aunque 2/5 partes estaban obligados a llevarlos para determinadas tareas en lugares específicos. Sólo el 1% de los aproximadamente 770 trabajadores que sufrieron lesiones en la cara llevaban protección facial. El 23% de los trabajadores con lesiones en los pies llevaban zapatos o botas de seguridad. Alrededor del 40% de los trabajadores con lesiones en los ojos llevaban equipos de protección ocular.
- Alrededor del 60% de los trabajadores utilizan EPP durante el trabajo. Las principales razones para no utilizarlos son la incomodidad, la falta de conocimientos sobre su uso y el mal ajuste. El 64,3% de los trabajadores declararon haber sufrido accidentes laborales en los últimos 12 meses.
- Se calcula que cada día unos 2.000 trabajadores sufren lesiones oculares en el trabajo, lo que cuesta a los empleadores y a las compañías de seguros millones de dólares al año. Estas lesiones suponen más de 924 millones de dólares anuales en indemnizaciones a los trabajadores, y casi 4.000 millones de dólares en pérdidas salariales y de productividad, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. (BLS). El 90% de las lesiones oculares en el lugar de trabajo pueden prevenirse con el uso de gafas y medidas de seguridad adecuadas.